Parecía una tarde apacible de invierno entre las provincias de Alicante y Valencia. El cielo había permanecido con ese azul intenso que tanto caracteriza la Costa Blanca, la zona turística donde se asienta la ciudad de Denia. De repente, sobre las 5h de la tarde, dos corrientes opuestas de aire comenzaron a desplazar rápidamente una variedad insospechada de nubes tanto en formas como en colores. De tonos amarillentos y azulados el horizonte se metamorfoseó en gamas de rojizo amenazante.
Fotos: Irina Vitenberg / Texto: José Carlos Pozo
Desde el macizo de Montgó, una mole montañosa de 753 metros que abriga esta ciudad alicantina, hasta más allá de su castillo árabe y su enorme puerto, desde el cual parten los barcos hacia Baleares, las nubes de tormenta apocalíptica ciñeron Dénia en un atardecer insólito y turbador.
Seguramente a muchos de los asistentes a este espectáculo visual se les pasó por la cabeza que en ese preciso instante iba a cumplirse la profecía del Apocalipsis. La Biblia anuncia que, antes de las plagas mortales, las hambrunas y los terremotos que destruirán el mundo, el cielo se teñirá primero de rojo y luego de negro. Entonces surgirá el Anticristo para librar la batalla final entre el bien y el mal.
A mí, en cambio, más que asemejarme la puerta del mismo infierno, este singular fenómeno atmosférico, que captó magistralmente con su objetivo nuestra colaboradora Irina Vitenberg, me recuerda la escena memorable de la película “Apocalypse Now” (1979) en la que los helicópteros estadounidenses del Noveno Batallón de la Primera División de Caballería surgen desde un horizonte plagado de nubes amenazantes de lluvia para bombardear un poblado vietnamita mientras suena la música “La Cabalgata de las Valquirias” de Richard Wagner. Por cierto, ésta era la música que utilizaba la aviación de los nazis -la Luftwaffe- para instruir a sus cadetes.
En cualquier caso, la noche llegó impaciente y el efecto rojizo sobre este cielo alicantino se desvaneció en una hora. Ni un ángel diabólico ni un escuadrón aéreo habían arrasado Dénia, que afortunadamente sigue tan luminosa, vital y mediterránea como siempre.
Ana
25 de agosto de 2012IMPRESIONANTES fotos! cuesta creer que sean reales y no un montaje… es increíble! afortunada la fotógrafa al poder contemplar semejante maravilla atmosférica! y magistral descripción Jose Carlos! Efectivamente, memoria a Apocalypse now…
Jose Carlos Pozo
25 de agosto de 2012Las fotos no han sido trucadas en absoluto. Fueron tomadas tal cual por nuestra colaboradora. Sí, Irina fue muy afortunada de estar en ese lugar en ese preciso instante.
Irina
25 de agosto de 2012Es verdad: no hay ningún montaje. Ni he podido arreglar bien mi cámara en este momento cuando vi el cielo. Solamente la cogí e iba tomando fotos. Luego hemos elegido las mejores. Era mi suerte:-)
Pero no podia esperar que unas fotos pueden inspirar a alguien escribir un articulo tan emocional como el tuyo Carlos. ¡¡¡Muchas gracias!!!
Jose Carlos Pozo
25 de agosto de 2012Con unas fotos tan estupendas como las tuyas es fácil inspirarse en la escritura. Además, Román fue muy concreto y detallista en la información que me dio para redactar el reportaje.
Maribelaguilar
25 de agosto de 2012Impresionantes fotos y un artículo muy descriptivo y cinematográfico me ha gustado mucho.