La magia de la fotografía radica en embellecer los lugares más insospechados en los momentos más efímeros. Conducía por una carretera despoblada de la provincia de Badajoz, en un lugar de Extremadura. Era muy temprano y una niebla espesa me seguía desde el pueblo de Castuera hasta el de Cabeza del Buey. De repente, apareció ante mis ojos la alberca de la foto. No dude ni un segundo en parar el coche y sacar la cámara que siempre me acompaña en mis rutas viajeras. El sol, el agua, la tierra. Símbolos de la vida contenidos en una fotografía casual.
Texto y foto: Antonio Cebrero de la Rosa
Antonio
13 de mayo de 2011Extremdura -la gran desconocida-, y sobre todo la provincia de Cáceres, es un lugar como pocos para conducir, pensar, leer y comer.