Nos aventuramos en una experiencia única y realizamos este camino, sin duda, el más conocido y transitado y con más historia y leyendas de todos los Caminos que nos llevan a Santiago de Compostela, vía de tránsito medieval y con un rico tesoro histórico y cultural acompañado en todo momento de monumentos y bellos paisajes. La ruta del Camino de Santiago desde Sarria comprende 115 kilómetros, divididos en 5 etapas que hicieron de este trayecto una gran experiencia gracias a los paisajes, monumentos y peregrinos que encontramos a nuestro paso.
Texto y fotos: Manuela Caler
Etapa 1: Sarria – Portomarín
Llegada a Sarria. Destino de origen. Punto de partida. Pueblo lleno de encanto con multitud de edificios de piedra de carácter decimonónico donde el río que atraviesa el centro de la ciudad le confiere aún más este carácter a esta ciudad.
A un lado del río se encuentran multitud de bares y restaurantes donde se pueden degustar las mejores zamburiñas, el mejor pulpo y los mejores pimientos del padrón. Recomendamos el Mesón Roberto que está frente al río con unas vistas impresionantes. La relación calidad-precio de este lugar es inmejorable. No podemos olvidar mencionar la exquisitez del pan gallego que no puede acompañar mejor a los desayunos, comidas y cenas.
Esta etapa desde Sarria a Portomarín es de una dificultad media. Son 22,5 kilómetros y es una de las rutas con más bosques de la parte rural de Galicia. Etapa emblemática por su belleza paisajística y por pasar por el kilómetro 100 de esta milenaria ruta. Nos encontramos numerosas aldeas ejemplos del arte románico, sendas rurales, masas de castaños y robles, cursos de agua de gran belleza, puentes medievales y pasarelas rústicas.
Durante todo el recorrido podemos apreciar la arquitectura rural gallega, en la que abundan los hórreos, construcciones de piedra o madera, elevadas del suelo mediante pilares destinadas a guardar la cosecha en esta posición elevada para evitar que la humedad deteriore la cosecha.
Etapa 2: Portimarín – Palas de Rei
Llegada a Portimarín. Es un pueblo atravesado por el río Miño, el cual forma en esta localidad el embalse de Belesar. Está a 25 km de Palas de Rei. En la antigüedad, el pueblo se hallaba bajo lo que actualmente es el río, de hecho, hoy en día se ven los restos edificados de la ciudad ya que sobresalen por el río.
Si eres atrevido/a, puedes bajar a mojarte o refrescarte un poco aunque hay mucho fango en las orillas. Para acceder a Portomarín, hay una gran escalinata de piedra con mucho encanto a la par que pendiente. Si quieres comer platos típicos de esta localidad y que sean de calidad, te recomiendo ir al restaurante “O Mirador”. Es de un estilo exquisito y sus platos son realmente suculentos.
En esta etapa, el camino sigue por la misma pauta de zonas rurales y cruzando pequeñas aldeas. Buenos ejemplos de iglesias románicas amenizan el camino.
Etapa 3: Palas de Rei – Ribadixo de Baixo
Palas de Rei se encuentra a 25 km de Portomarín. Es una localidad muy rural llena de un gran encanto. Desde Portomarín a Palas de Rei, los bosques se tornaron más húmedos y abundan los helechos y los árboles de gran altitud. Los prados infinitos colmados de vacas blancas y negras se mimetizan con el paisaje casi desde el principio. Es una etapa muy verde y muy bonita pero contiene más tramos junto a la carretera. A algunos viajeros, esto no les importa pero, en cambio, a otros les gusta menos a pesar de que apenas circula el tráfico por esta etapa.
Ribadixo de Baixo se encuentra a 27 km de Palas de Rei. Hasta llegar a Ribadixo de Baixo es necesario hacer una parada obligatoria en Melide (está a los 15 km de empezar esta tercera etapa) y es uno de los lugares donde mejor cocinan el pulpo por no hablar de la tortilla de patatas que hacen también. Recomiendo para ello los restaurantes “A Garnacha“ y “Ezequiel“.
Esta etapa tiene más subidas y bajadas, por lo que es más dura que el resto pero no imposible de asumir. En ella encontramos numerosos puentes medievales también. A la entrada de Ribadixo de Baixo está el río Catasol donde te puedes bañar. Es realmente agradable para concluir la etapa.
Etapa 4: Ribadixo de Baixo – Pedrouzo
Desde Ribadixo de Baixo hasta Pedrouzo hay 21 km. Al salir de Ribadixo de Baixo nos encontramos un pueblo muy popular y pintoresco también llamado Arzúa.
En esta etapa, la vegetación predominante está compuesta por bosques de eucaliptos, pastizales y prados y se entrelazan las zonas forestales con pequeñas aldeas próximas a la carretera. Cabe destacar en esta etapa la Ermita de Santa Irene y su fuente barroca.
Etapa 5: Pedrouzo – Santiago de Compostela
Hasta llegar a Santiago ya solo quedaban 19 km. La última etapa es especial por el hecho de ser el final de la aventura. Probablemente, no es el tramo más bonito del Camino de Santiago ni el más exigente desde el punto de vista técnico, sin embargo, sí es el más emocionante ya que supone la llegada a Santiago y divisar la famosa vista desde el Monte do Gozo desde donde se distingue la fachada del Obradoiro.
La llegada a la plaza con este nombre donde se encuentra la catedral de Santiago produce en el peregrino un sentimiento de felicidad y gratificación por haber superado todas las etapas que es difícil describir con palabras.
Una vez en Santiago, se debe disfrutar de un buen paseo para conocer la ciudad tras degustar una mariscada como recompensa, sin olvidar, por supuesto, recoger “la compostelana” como certificado oficial de haber recorrido el Camino. Para ello, todos los peregrinos deberán dirigirse a la Oficina de Acogida del Peregrino.