¿Sabías que durante el reinado de Carlomagno París contaba con solo 5.000 habitantes? ¿Te puedes imaginar que en la Edad Media hubo hasta 65 colegios universitarios en el Barrio Latino, cuyos inmuebles disponían de una escuela en la primera planta y un prostíbulo en el sótano? Cuando has visitado París, ¿te han contado alguna vez que el último calabozo de la Torre de la Bastilla se encuentra en el sótano del restaurante “Tête-à-tête” en el número 47 del Boulevard Henri IV? Estas y otras muchas son las curiosidades que me han llamado la atención tras leer “Metronome, la historia de Francia al ritmo del metro parisino”. La gracia y la originalidad del título están en que salta de estación en estación de metro a través de 21 capítulos que nos van desglosando los eventos históricos más significativos que en los últimos 21 siglos han dado forma al París que conocemos actualmente.
Reseña y foto: José Carlos Pozo
- Autor: Lorànt Deutsch (1975-Actualidad)
- Nacionalidad: Francia
- Editorial: Michel Lafon (2009), 380 páginas
Sin formación de historiador, el actor francés Lorànt Deutsch publicó en 2009 esta guía única y original de la ciudad de sus amores. Su éxito fue tal que el libro ha sido reimpreso varias veces y ha vendido más de 2 millones de ejemplares. Incluso la televisión francesa ha producido una serie documental sobre “Metronome, la historia de Francia al ritmo del metro parisino”. A pesar de las críticas recibidas por parte de historiadores que aseveran que Deutsch se ha inventado hechos para embellecer su relato, es incontestable que este autor atípico ha conseguido cautivar a millones de lectores por su estilo coloquial y ameno que se aleja completamente de los manuales sesudos y aburridos de los intelectuales franceses.
Para disfrutar de este libro como ha sido mi caso, es preferible conocer mínimamente la capital francesa. Se evocan numerosos lugares que dejaron como legado los artistas a París, por lo que saber situarlos geográficamente ayuda a comprender mejor la historia parisina.
Es una pena que no exista todavía la versión española del libro “Metronome, la historia de Francia al ritmo del metro parisino”. Por ello, destaco algunas curiosidades extraídas del libro que incitan nuestras ganas de conocer otros lugares insospechados o revisitar algunos monumentos emblemáticos parisinos.
Curiosidades de París:
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La antigua Lutèce gala, que se cree fue el origen de París, no se situaba en la L’Île de la Cité, sino en Nanterre, una ciudad del extrarradio parisino. Durante la construcción de la A86, la superautopista de la periferia, en 2003 se descubrieron los restos de una importante y próspera aglomeración gala en Nanterre.
- En la Plaza Viviani nos encontramos el árbol más viejo de París, “un robinier”, originario de Norteamérica y plantado en 1602 por el botánico Jean Robin, del que le procede su nombre.
- La colina en la que fue decapitado Saint-Denis (en español, San Dionisio) tomó el nombre de Mont-des-Martyrs (Monte de los Mártires), que luego derivó en el actual de Montmartre.
- En el siglo XVII llegó a haber hasta 40.000 vagabundos, mendigos, enfermos y lisiados de las guerras en las que se embarcó el rey Luis XIV, de ahí que mandara construir el Palacio Nacional de Los Inválidos como hospital para así sacar a muchos de ellos de las calles parisinas.
- En la Plaza de la Concordia, en uno de los extremos de los Campos Elíseos, se emplazó la famosa guillotina de la Revolución Francesa, que decapitó a 1.119 personas, entre cuyas cabezas más ilustres figuraban la del rey Luis XVI y su esposa María Antonieta.
En suma, este libro es un buen aliciente para olvidarse de las razones para detestar París y apreciar y reconocer la influencia sociopolítica y artística que ha ejercido la capital francesa a lo largo de los últimos 21 siglos.