¿Es posible que los ingleses, los chinos, los españoles o los ciudadanos de cualquier otro país coincidan eligiendo la ciudad más hermosa de Europa? Difícil elección entre el abanico de opciones: Venecia, París, Praga, Florencia… ¿Y si preguntamos por la urbe más “antipática”? Al menos entre mis múltiples estudiantes extranjeros a los que suelo lanzarles esta cuestión, la respuesta es casi unánime: París. Paradójicamente el primer destino mundial con 72 millones de visitantes durante 2012 es uno de los lugares menos amigables. Me inscribo entre aquellos admiradores que sienten una fascinación casi enfermiza por las maravillas monumentales de la Ciudad de la Luz, que me hacen visitarla una y otra vez. Pero si tuviera que nombrar 3 razones para detestar París, éstas serían, sin duda, sus precios excesivos, su clima deprimente y, en especial, la arrogancia colosal de los parisinos.
Texto y fotos: José Carlos Pozo
La literatura, la música y el cine nos han vendido un París idílico, lleno de tópicos, que no siempre corresponden con la realidad. En efecto, los edificios te taparán la visión de la Torre Eiffel desde casi todos los ángulos, disfrutar de un espectáculo del Moulin Rouge te costará un riñón, por las escaleras del Sacre Coeur tampoco verás a clones de Amélie Poulain, Montmartre no es más un lugar de impresionistas sino de caricaturistas, los nubarrones grisáceos pocas veces respetarán tu picnic en los Jardines de Luxemburgo y con mucha mucha suerte te atenderá un/a camarero/a simpático/a. Es normal, pues, que muchos turistas se vean afectados por el denominado “Síndrome de París”. No, no bromeo. Es una enfermedad psiquiátrica que aqueja casi en exclusividad a las chicas japonesas, las cuales sufren un shock cultural al contrastar sus sueños idealizados con la cruda realidad de esta megalópolis cada vez menos francesa debido a la inmigración masiva. Afortunadamente, para muchos de nosotros la decepción es pasajera y el “mal” se cura apreciando arte a raudales en el Museo del Louvre o degustando un exquisito croissant recién salido del horno.
Podría escribir lo mismo que dicen las innumerables guías y webs que existen sobre la capital gala: la elegancia del Arco del Triunfo, el romanticismo de los puentes sobre el río Sena, la solemnidad de la Catedral de Notre Dâme, el lujo de las joyerías de la Place Vêndome y un largo etcétera de imágenes parisinas. Sin embargo, me interesa más retratar algunos factores que pueden arruinar o, como mínimo, producir insatisfacción en los millones de turistas que desembarcan en esta ciudad mítica en busca de clichés turísticos y de historias hermosas que contar a sus amigos y familiares.
Los precios excesivos
Año tras año, París se sitúa entre las cinco ciudades más caras del mundo para los turistas si consideramos dos aspectos: los hoteles y los restaurantes. Para el alojamiento es un error dejarse guiar únicamente por el número de estrellas. El baremo de lo que es un hotel de 2 ó 3 estrellas en España no es válido en París, donde es probable que estos establecimientos tengan muebles carcomidos, insuficientes accesorios de baño o dormitorios decadentes y sucios. Para estar completamente seguros de que no os dan gato por libre, tendréis que rascaros el bolsillo y alojaros en un hotel de 4 estrellas como mínimo. Estando tan descompensada la relación calidad-precio de los hoteles, la alternativa más de moda es alquilar uno de los numerosos apartamentos turísticos en París. Además de tener precios más asequibles, en estos pisos disfrutarás de un mejor equipamiento, comodidades similares a las de tu hogar y mayor flexibilidad de horarios.
Con el estómago vacío no vas a pasear por París. Un desayuno francés (café, croissant, tarrito de chocolate y zumo de naranja) sale a una media de 15 euros en cualquier cafetería normalita en las zonas más céntricas. La cuenta más ridículamente abusiva que me han cobrado fue de 10 euros por un té en el Boulevard Saint-Michel. Imaginaos mi cabreo. Un menú en un bistró o en una brasserie no suele bajar de 20 euros, así que calcula cuánto pagarás por darte el gusto de comer en un restaurante de postín. Si tu economía no es muy boyante, tus opciones estarán casi limitadas a pedirte una baguette o un crêpe en algún puesto callejero, elegir entre la comida árabe o china, o acudir a un algún local para estudiantes en el Barrio Latino.
El clima deprimente
“¡Rápido, la radio ha anunciado cinco minutos de sol! Salgamos”. Y en ese momento, al unísono, tropeles de parisinos corren ansiosos a la terraza de un bar o a hacer un picnic en los jardines y parques con el objetivo de atrapar los pocos rayos solares de los que disfrutan. Los “franciliens”, como también se les llama a los habitantes de la “Île de France”, la región de París, soportan sobre sus cabezas un constante cielo plomizo que les amenaza con descargas lluviosas en cualquier momento del año. Para colmo, en invierno suele hacer un frío que pela y agosto puede venir acompañado de una canícula húmeda que te hará sudar la gota gorda. El tiempo es desesperadamente cambiante y, por mucho que digan algunos ilusos, las lluvias no son románticas ni siquiera en París porque te fastidiará esos paseos soñados a orillas del Sena o la cola a la entrada de los museos se te hará insufrible.
La arrogancia de los parisinos
Fuera de Francia se tiende a generalizar la actitud y la forma de ser de los parisinos con la del resto de franceses. Craso error, porque probablemente no existe un país en Europa occidental con una diferencia tan abismal entre la capital y el resto del país. Afortunadamente, los otros franceses no son como los parisinos. Fuera donde fuese, en Normandía, en Bretaña, en Toulouse, en el País Vasco francés, (quizás menos en Burdeos que es una ciudad pija como París), siempre he recibido calidez en el trato y buenas dosis de simpatía por parte de esos franceses de provincias a quienes los capitalinos llaman despectivamente “villageois” (pueblerinos) o incluso “ploucs” (paletos).
En cambio, la reputación de groseros y altivos que tienen los parisinos no es una invención particular, sino una opinión compartida hasta la saciedad en foros, webs y redes sociales. Los turistas se quejan del mal humor, del complejo de superioridad y de los escasos esfuerzos que hacen los parisinos por entender a los extranjeros, eso si no se burlan incluso de tu acento en francés por considerar que destrozas su “hermoso idioma”. De hecho, las encuestas de consultoras y agencias de viajes revelan que la Ciudad del Amor es una de las ciudades más odiadas del mundo.
Da la impresión que cualquier nativo de París, sea de la profesión o la clase social que sea, está dotado de una arrogancia congénita que le hace despreciar a las hordas de turistas tan poco “refinadas” que les visitan. Especialmente significativa es la actitud de los camareros de cafés y restaurantes situados en barrios turísticos o de moda, que parecen competir entre ellos para ver quién tiene más mala leche. Parece como si esos garçons y serveuses quisieran dar la impresión de que te hacen un favor por atenderte en su local. No ocurre lo mismo en los establecimientos de alto standing o en lugares donde tiene un sistema americanizado de atención al cliente como Disneyland París, gracias a que los empleados están bien entrenados para dar un servicio exquisito. Esa altivez y brusquedad son tan afamadas que la Oficina de Turismo de París ha lanzado este año una campaña para persuadir a los parisinos a que sean más amables y simpáticos con los turistas y, de este modo, pulir la imagen a nivel mundial.
Ninguno de estos factores -ni los camareros bordes, ni su clima sombrío, ni sus precios escandalosos- me desalentarán de seguir visitando la que considero la ciudad más hermosa del mundo. Aunque sea muy poco religioso, “París bien vale una misa”.
¿Es posible ver París en un día?
Un paseo por el París, turístico, de la Covid
Metronome, la historia de Francia al ritmo del metro parisino
Patricia Miranda
15 de septiembre de 2013Totalmente de acuerdo contigo. Lo mas rico que comí fue un croissant caliente y la ciudad me deprimió, o tal vez fue el trato de la gente, pero no me sentí a gusto.
Jose Carlos Pozo
15 de septiembre de 2013París hay que visitarla muchas veces para cogerle el gustillo y, sobre todo, ignorar el desprecio y la falta de consideración de los camareros y otros personajillos parisinos, porque en ese caso no se disfruta de esa hermosa ciudad.
Felix Rodriguez
15 de septiembre de 2013Teneis razón, son unos Gilipollas
GHISLAINE BASTIN..
15 de septiembre de 2013SEGURAMENTE SOS ESPAÑOLA!!!!…PORQUE LOS ESPAÑOLES SE MUEREN DE ENVIDIA DE PARIS Y TODA FRANCIA….ES QUE NO LES LLEGA NI A LOS TALONES YO VIVI 30 AÑOS EN PARIS Y CADA DIA LO ENCONTRABA MAS HERMOSO ……SERA POR ALGO QUE REYES ACTORES DEPORTISTAS MILLONARIOS ETC ETC VIVEN EN FRANCIA…NO TE DAS CUENTA QUE TODOS LOS AÑOS FRANCIA TIENE EL MAS GRANDE RECOR DE TURISTA …90.MILLONES…SERA POR ALGO NO?????….YO ME TUVE QUE IR POR EL TRABAJO DE MI MARIDO …CON MUCHA PENA…
Isabel
15 de septiembre de 2013No creo que España tenga demasiado que envidiar a París en cuanto a turismo se refiere,no sé si superará el “recor”de visitantes o no de España pero, solo hay que informarse lo que opinan actores,actrices,cantantes y un gran número de personalidades de esta gran urbe.Por citar algún ejemplo,Scarlett Johansson,Julie Delpy(precisamente parisina),Gerard Depardieu,etc…Aunque usted señora,de parisina no tiene nada,puede dar fe verdaderamente de los 30 años vividos allí,pues comienza lamentablemente su discurso de manera grosera e insultante.Una pena…
Disgraces
15 de septiembre de 2013Pues yo tengo la desgracia de trabajar en paris a veces y que quieres que te diga no es ser español ni nada , es que a los parisinos todo les molesta, son unos metomentodo antipaticos, cualquier otro destino de europa lo prefiero
mingao
15 de septiembre de 2013das asco.
Guillermo
15 de septiembre de 2013Trabaja un poco Ghislaine y deja de perseguir a tu marido para que te mantenga sin dar ni golpe, igual así tienes un punto de vista REAL de las cosas. Mantenida…
Envidia dice…Ghislaine…. Ay!! q poco mundo debes de tener criaturita!! será envidia del buen rollo de la gente de Paris, del trato exquisito y educado que se dan los unos a los otros, de sus caritas de amargados por ir de la casa al trabajo y del trabajo a la casa , como probablemente hacía tu pobre marido para mantenerte a ti sin trabajar… envidia del clima, del color blanquecino de su piel , ya que aquí en la “ciudad de la luz” está siempre nublado cuando no lloviendo , de la gastronomía, de la limpieza de sus calles donde es difícil volver a casa cada día sin pisar una mierda, de su relación tan equitativa entre impuestos que pagamos y coberturas sanitaria que tenemos, de la burocracia (que uno piensa que en España es lenta hasta que viene a vivir aquí), del tráfico o quizá del tenis de Rafa Nadal … , efectivamente somos muy envidiosos.
Cuando quieras hablar con conocimientos, y sin rebuznar, te invitamos a que nos visites en cualquier rincón de España para que puedas aprender un poco de cómo entendemos la vida y así de paso puedes comparar conociendo las dos cosas y no solo una, que veo que la IGNORANCIA , en tu caso, es muy atrevida.
Un saludo a los españoles que tenemos que vivir aquí porque no nos queda otra y otro para ti Ghislaine , no te enfades cariño mío y abre un poco los ojos que seguro que te viene bien a la hora de encontrar trabajo.
4 años en Paris por trabajo y no hay un solo día que no le de una vuelta a volverme a España. Terrible ciudad.
Eva
15 de septiembre de 2013Estoy totalmente de acuerdo arrogantes y mal educados.
Deben seguir en la época de Luis XIV
Continúan con el legado que les dejaron, de superioridad y diferencias sociales.
3 razones para detestar París
15 de septiembre de 2013[…] 3 razones para detestar París […]
Amparo
15 de septiembre de 2013Lleva usted razón,en Francia cada vez que pasa una familia de Luxemburgo a pasar las vacaciones a España,al tener que cruzar toda Francia, los cantantes como turistas,así es lo leí en un artículo,serán fanfarrones!!!!.
España tiene más turistas, y tenemos sol casi todo el año,ellos sí nos tienen envidia, y los españoles creo que tratamos bastante bien a los turistas,además ví un vídeo en un parque de París lleno de ratas,y cerca había gente sentada en el césped tomando el sol, y los niños corriendo y tocando todo, mucha suciedad,aquí en España un hotel de 2 o 3 estrellas, están bien limpios,no me alejaría yo en un hotel sucio de París. Así que aunque me regalen un viaje NO VOY.
Y encima los PARISINOS, llaman Paletos a sus compatriotas que viven en los pueblos tan preciosos que tiene Francia, ahí sí que iré.Paris para los chulos.
liz
15 de septiembre de 2013antes de llegar a Paris yo creia q era lo maximo asta q llegue y ohh desepcion que asco de gente!! como pueden ser tan amargados serios aburridos arrogantes??? la verdad pobres de ellos asi ni ganas dan de regresar me tome unas fotitos y byeee adios mundo cruel sigan en su mundo de amargura !!!
Hugo N.
15 de septiembre de 2013Para disfrutar esta hetmosa ciudad necesitas mentalizarte porque de lo contrario corres el riesgo de que los hijos de #¡/* te amarguen el paseo. Como seran de groseros los parisinos que te ofrecen “buen trato” en el Batobus como si fuera un extra. Podria contar varias historias de horror de mi visita a Paris…pero no vale la pena, fue un bellisimo paseo…a pesar de su gente.
liz
15 de septiembre de 2013tambien la comida es horrible!!!!! y los precios una locura !!
Francisco
15 de septiembre de 2013Que ciudad mas asquerosa y deprimente, llevo 5 largos anos viviendo en este Paris fétido y agresivo y toda la alegría de latino se ha ido por culpa de estos animales , obviamente no son todos pero el que piense que va a encontrar pareja y la felicidad se EQUIVOCA, los parisino son completamente locos y psicopatas y no es broma, para turismo Paris es indicado para estar una semana y partir, pero vivir acá no se lo recomiendo a nadie….
Adri
15 de septiembre de 2013Al contrario el latino le da vida a París. Si no fuera por el inmigrante Paris no sería París, sería mas gris.
Maria
15 de septiembre de 2013La ciudad es linda y hermosa, merece la pena ignorar a los parisinos amargados y antipáticos, que hay que decir que aunque son muchos no son todos, aunque sé que a veces dan ganas de mandarlos a la mierda directamente. Yo viví allí más de 1 año e incluso cuando era obvio que no estaba de paso ni que era turista, me he encontrado con actitudes de mierda que no he visto ni en Londres ni en Madrid. En Francia, y en París en concreto, el desprecio es un arte social, con eso lo digo todo. Y mucha gente se enorgullece de ello. La gente suele estar tensa y salta por absolutamente nada y es incapaz de reconocer lo dañino que es para la convivencia, ellos son así y punto final, y es que no conocen otra cosa. Por eso a veces pueden resultar insoportables y antipáticos. Otra cosa es cuando conoces a la gente en grupos reducidos de amigos, ahí cambia todo y suelen ser mucho más enrollados. Disfrutad de la ciudad y pasad del parisino gilipollas, y si se ponen pesados aquí va mi sugerencia. Estirad mucho los labios hacia fuera como hacen ellos para demostrar desprecio y dadles un repaso con la mirada de arriba abajo. Es un lenguaje que entienden y se sienten a gusto con él… Sí, increíble pero cierto. Y triste pero es lo que hay, allí donde fueres haz lo que vieres 🙂
Y ya por último, no me queda claro si esta actitud tan pobre de los parisinos viene de un complejo de superioridad, porque para ellos fuera de Francia no hay nada, o en el fondo de inferioridad. El chovinismo pega fuerte en la France. Bonne chance!
Andres
15 de septiembre de 2013Sin duda es un complejo de inferioridad, hay muchos videos de como recibian a los estadounidenses como heroes en la segunda guerra. Mundial, para la cual construyeron un muro para que los alemanes no pasaran, el cual obviamente duro 5 minutos, se rindieron y celebraron incluso el ingreso de los nazis saludando a hitler como un nazo mas. Al contrario los Ingleses sufrieron la mas grande devastación con esta guerra y no se entregaron, no tienen sentido de pertenencia ni del esfuerzo y son innumerables los errores por tratar de diferenciarse como: el Concorde, un fracaso, la linea maginot, el citroen c1 que no le llegaba ni a los talones al volkswagen aleman, y en general la ingenieria de sus productos que la hacen especialmente distinta o diferenciándose, sin que el resto, Los pueda entender, observen su mecanica automotriz y la cantidad de autos no franceses que tienen, sobre todo alemanes y koreanos, es increíble como en Sudamérica tomaron la huayana francesa como Cárcel, los Alemanes del cono sur, Argentina y Chile, crearon un mundo a parte y en comunion con la naturaleza o lo que los, Mismo ingleses lograron con usa.
Jullia
15 de septiembre de 2013Hace pocas semanas visite París, me informe sobre la ciudad y no tenía ni idea de cómo eran llps parisinos.
Una ciudad con mucha historia y muchos monumentos museos y palacios que visitar.
Pero por otra parte muy sucia , descuidada y gente altiva y grosera,.me hospede en un hotel de cinco estrellas y el personal no se esforzaba lo más mínimo por ser agradables, cogi un taxi y por hacerle una pregunta sobre la tarifa y la una taxista una borde , nada que ver con otros países que he visitado , ni vuelvo ni lo aconsejo y de ciudad del amor solo en las peliculas .como dicen mis hijas París huele a pis ,a la merde
Rosi
15 de septiembre de 2013Me ha encantado leer este artículo. Creo que has dado en la diana.
1- París es muy caro. Cierto. 5 euros un café-crème, 1’20 una baguette, sobre 7 u 8 euros una cerveza… Una docena de huevos -los más baratos!!!- 2’20 euros… Y así todo. Cobran 80 céntimos por ir al baño en el jardín de Tuileries, 3’90 por entrar en la sala de lectura de la BNF… No me sorprende nada que te clavasen 15 euros por un desayuno o 10 euros por un té. Es alucinante!! Tienes, en todo momento, la sensación de que te están sableando. Cobrar por un museo como el Louvre, Pompidou, l’Orangerie, el Museo de Picasso, la Conciergerie etc, me parece justo y razonable. Lo entiendo.Las personas que decidimos venir aquí contamos con eso de antemano, lo aceptamos sin problema. Pero pagar por ir al baño?; pagar por estar leyendo en una biblioteca?? Yo esto no lo acabo de ver razonable, la verdad.
2-El clima… buf. Este verano hizo muchísimo calor, hasta 34 grados algunos días… Un peñazo, la verdad. Eso sí,de esto en concreto, la gente de París no es responsable en absoluto. Obvio!
3-La presunta arrogancia de sus habitantes… No me gusta ser injusta y afirmar rotundamente que todas las personas que viven aquí son así, despreciativas, arrogantes y poco amistosas. Y, como no me gusta decirlo/escribirlo así -que todas son gilipollas,para que nos entendamos-, lo diré de esta forma: non son todos así, pero hay bastantes. Es triste, pero es la realidad. Complejo de superioridad??? No lo creo. Creo, más bien, que esa actitud estirada, procede de una necesidad de “aparentar” que son más de lo que son. No sólo la tienen con los turistas. También entre ellos. Quieren mostrar que están à la page, que “saben cosas”, que leen, que van al cine… Creo que la presión que les origina esa autoexigencia interna de presentarse de una manera muy concreta ante “el otro” es la que les hace actuar de una forma algo desagradable. Pensad que la mayoría de ellos, mucho cuento si, pero no pueden permitirse ir de terraceo los fines de semana y tomarse copas, o ir al cine, o a conciertos… No pueden, por mucho que intenten mostrar que son gente à la page. Y no pueden, porque es todo EXCESIVAMENTE CARO. Los alquileres -por 50 metros cuadrados,tienen que pagar 1600 euros, y de ahí, hacia arriba-, los cafés, la alimentación -Franprix y Monoprix son muy caros, y los pequeños comerciantes ni te cuento…-, así que con el sueldo que ganan, se limitarán a pagar el piso, la alimentación, ropa, y algún caprichito de vez en cuando. Eso de irse de coas todos los viernes, o los sábados… Nada. No van. Eso se lo permite la gente pichi de París, esos que llaman “bobos” o “BCBG”, pero la mayoría de las personas ni son ricas ni se imaginan serlo, porque París es una ciudad muy dura. Se necesita un mínimo de 3000 euros al mes para tener cierta calidad de vida y poder disfrutar del ocio, un ocio que os recuerdo que hay que pagar duramente…
Con todo esto, me imagino que se tomarán los cafecitos y vinitos en sus casas y con sus amistades. Comer fuera?? No creo que puedan ir a comer fuera con mucha frecuencia, la verdad, porque si cobran 2000 euros, por ejemplo, bastante hacen los pobres con pagar el piso y comer… La hipocresía no les vale entonces de mucho, porque, si se topan con personas, mínimamente observadoras, la verdad se deja conocer sin problema. Se muestra clara y diáfana.
El “sueño de París”, esa cosa chic y tan cultureta que se ven en algunas pelis francesas es el sueño de unos pocos que tienen bastante pasta y pueden disfrutar a tope de su ciudad. El resto… lo dicho. Van tirando. Normal que estén algo irritados. No os parece? Yo, particularmente, los perdono.
Y, como muy bien dijo alguien en algún comentario, no le recomendaría a nadie venir a vivir aquí sin un sueldo cojonudo. De 3000 euros hacia arriba. Y aún cobrando esa pasta, yo no elegiría esta ciudad para vivir teniendo en cuenta esa actitud desabrida de una buena parte de sus habitantes. Sería muy difícil hacer amistades y divertirse. Para eso, mejor Madrid o Barcelona, que son también bonitas y menos duras.
Lo de que la ciudad esté descuidada también es bastante cierto. Hay algunas zonas dónde se pueden encontrar colillas tiradas por las calles, zonas que apestan a orina…
En resumen, que los chalecos amarillos tienen razón. Toda la razón! Y esa es la gente de París en la que hay que pensar, porque son muchos y muy listos, además de valientes, cero hipócritas y, muy importante, están diciendo la verdad. Ellos no se ocultan detrás de ninguna máscara. Se saben PRECARIZADOS y no pretenden ver ninguna moto.
Ayelen Castillo
15 de septiembre de 2013Hola! Yo estuve hace unos dias en Paris con mi madre y juro por dios que no hemos visto ninguna ciudad tan bonita y con personas tan tan tan amables, nos han tratado tan bien que me estoy planteando vivir alli, los parisinos son un AMOR! Taxistas dependientes camareros conductores de bus, todos intentaban entendernos a pesar de no hablar bien frances y nos hablaban en ingles o hacian el amago de decir algo en español, todos los camareros con una sonrisa en la cara super amables, incluso cuando estaba en la calle esperando a mi madre terminando de tomar un cafe take away se acerco un camarero de la cafeteria que estaba cerca y se ofrecio a tirarme el vaso de cafe ADORABLE! E incluso como me vio esperando me dijo que me podia sentar si queria un vaso de agua o tomarme algo, las mujeres igual un AMOR! Vivo hace 16 años en España y cuesta enontrar alguien que te trate bien, son unos bordes y ni te sonrien, llegan a la mesa y dicen que les pongo? Nada de buenos dias señorita como en Paris, y ni hablar de lo bonito que tienen decorado sus cafeterias locales o tiendas, en españa alomejor encuentras dos o tres restaurantes bonitos en cada ciudad
Lourdes
15 de septiembre de 2013Y al final te despertaste …
Pablo
15 de septiembre de 2013Yo he visitado Paris tres o cuatro veces, y el recuerdo que me queda es triste, de cierta depresión. No sé si será el clima, el color gris de los edificios, la frialdad de sus grandes bulevares, la antipatía de la gente o una mezcla de todos esos factores. No es una ciudad en la que me gustaría vivir. Hay otras muchas ciudades más agbradables y con menos nombre en Europa que son mucho mejores tanto para ser visitadas como para vivir en ellas.