La antes dividida ciudad de Berlín ha pasado en menos de 20 años de ser una ciudad oscura, triste y apática a convertirse en una urbe moderna, dinámica y cosmopolita. Destruida por las bombas de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, quedan pocos rastros de la época hitleriana como búnkeres o campos de concentración, pero sí son patentes aún las huellas comunistas de la ex Alemania Oriental, como los trozos del famoso muro o los bloques soviéticos convertidos muchos de ellos en casas okupas. Con la reunificación alemana, Berlín ha recuperado su antiguo esplendor a una velocidad de vértigo. Nuevos edificios ultramodernos se levantan junto a otros más clásicos o extravagantes. Es hoy en día uno de los focos indiscutibles de las nuevas tendencias en arquitectura o tecnología, que además impone modas mundiales en música, bares o discotecas. Berlín es una ciudad activa y alternativa que yo elegiría, sin dudarlo, para vivir mi segunda juventud y pasar una temporada fuera de casa. En este post selecciono los atractivos imprescindibles y las curiosidades llamativas de Berlín.
Texto: Hugo Machuca
Siempre que visito una ciudad grande, intento organizar el plan de visitas. En el caso de Berlín, yo recomendaría dividir la gran historia de la capital alemana en cuatro ejes temáticos. En primer lugar, descubriendo los edificios del imperio prusiano de los siglos XIX y XX; luego, adentrándonos en los búnkeres nazistas y en los memoriales dedicados al pueblo judío; a continuación, inspeccionando los tramos que sobreviven del Muro de la Vergüenza que separó a los alemanes durante 28 años; y finalmente, recorriendo las zonas museísticas de Berlín.
1. La Isla de los Museos
Aunque no seas muy aficionado a los museos, no puedes perderte la conocida Isla de los Museos. Situado en el río Spree y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este distrito berlinés alberga cinco prestigiosos museos con colecciones arqueológicas y de arte. Si sólo tienes tiempo y/o ganas para entrar en uno solo, el Museo de Pérgamo es imprescindible, ya que en su interior contemplarás un imponente altar griego del siglo II a.C. o a una hermosa puerta babilónica del siglo VI a.C.
Berlín cuenta con unos 170 museos, por lo que da cabida a casi cualquier gusto o afición. Hay museos pequeños y a veces más curiosos que se pueden ver en una breve excursión, como el Museo Alemán de la Currywurst, que rinde homenaje al salchicha típica de la ciudad; el Museo de la RDA, que reúne objetos cotidianos de los ciudadanos de la antigua Alemania comunista; el Museo de los Videojuegos; o uno de los preferidos por los turistas, el Museo del Muro del Checkpoint Charlie, dedicado al paso fronterizo más famoso entre las dos Berlín y que cuenta las historias de aquellos que cruzaron el muro.
2. De bloques okupas a apartamentos muy económicos
Una de las señas de identidad de Berlín son sus casas okupas, que proliferan por muchos barrios del Berlín Este, en especial en Mitte, Prenzlauer Berg y Friedrichschain. Son bloques (que no pisos) de la época comunista que fueron ocupados para convertirse en centros culturales y artísticos de los movimientos underground y punk. Aunque muchos han desaparecido por la ola constructivista de los últimos años, aún se puede disfrutar en algunas casas okupas de copas baratas o teatros, cines y talleres gratis.
Alojarse en un piso okupa berlinés no es apto para cualquier turista. Realmente no hace falta, pues en comparación a las tarifas hosteleras de otras ciudades europeas, como Londres, París, Venecia o Ámsterdam, pasar la noche en Berlín es bastante barato. En cuanto a los hoteles, existen de todas las condiciones y épocas: lujosos, de marca, artísticos, minimalistas, originales, temáticos o hostales cutres. Si la estancia es por varios días, cada vez son más los turistas que se deciden por los apartamentos en Berlín, ya que esta gran ciudad ofrece una amplia variedad de pisos luminosos, céntricos, modernos y bien comunicados con el fiable transporte público. No importa el barrio que elijas para alojarte porque hay opciones para todos los gustos y bolsillos: el turístico distrito de Mitte, donde se encuentran muchos museos, restaurantes y discotecas; la lujosa calle Ku’Damm; el frondoso barrio de Zehlendorf por sus amplias zonas verdes; Prenzlauer Berg, muy popular entre los estudiantes y los artistas; o Friedrichshain, un barrio asociado a la cultura de izquierda. En cualquiera de estas áreas seguramente encontrarás un piso turístico que te sirva de base para explorar la capital germana y disfrutar de una experiencia inolvidable en Berlín.
3. Hacerse fotos en la Puerta de Brandenburgo
Es el símbolo, la postal de Berlín. Esta impresionante estructura neoclásica inspirada en el Partenón de Atenas ha sido desde el siglo XVIII en el punto de encuentro de los berlineses. Si en Roma hay figurantes vestidos de centuriones romanos o en Moscú de Lenin en los enclaves turísticos, la Puerta de Brandenburgo es el lugar elegido por “soldados” rusos y americanos con sendas banderas que buscan ansiosos las propinas de los turistas por dejarse fotografiar. Ya sea junto a estos personajillos o ya sea solos, nuestra foto con el fondo de esta mítica puerta berlinesa es ineludible para testimoniar nuestro paso por la capital germana.
4. Meca de la música techno
Junto con Ibiza, la capital alemana es un paraíso para los amantes de la música techno. Si antes de la unificación de las dos Alemanias, las fiestas eran escasas y semiclandestinas, desde los años noventa han surgido locales nocturnos como setas. Berlín se ha ido especializando en las discotecas de música electrónica, de ahí que cada fin de semana lleguen hordas de technoturistas dispuestos a bailar hasta que el cuerpo aguante.
5. Comer barato a cualquier hora
Para ser la capital de un país tan pujante y rico como es Alemania, se puede afirmar con rotundidad que Berlín es una ciudad barata, especialmente para comer. Nunca te quedarás con hambre porque en cualquier esquina habrá un puesto de comida callejera, donde seguramente servirán las típicas salchichas alemanas, más grandes y crujientes que las que se pueden encontrar en otras partes del mundo. Los panecillos pretzels son deliciosos con salchichas currywursts y una buena cerveza alemana.
Si eres más de sentarte a la mesa y degustar la comida tranquilamente, no te preocupes por los horarios. Hay incluso restaurantes que no cierran. Prueba la gastronomía típicamente berlinesa que es, en general, más abundante en cantidad y más barata que en los restaurantes internacionales.
6. Las playas del río
Sí, Berlín también tiene playas en las orillas del río Spree. A partir de mayo y hasta septiembre suele hacer buen tiempo, por lo que es ideal pasar el finde tumbado en una de las playas de arena o de césped o tomar una gran pinta de cerveza en una de sus terrazas. Además, en algunas de estas playas hay fiestas nocturnas con DJs o grupos musicales.
7. Cuidado con colarte en el metro
Siendo Berlín una ciudad gigantesca, la mejor forma de moverte es en metro. Tal y como ocurre en muchas otras ciudades de Alemania o en Viena, no hay taquillas ni tornos de acceso a las vías de este transporte subterráneo. Las autoridades confían en la disciplina y el respeto a las normas de los germanos. Por el contrario, las nacionalidades de otras latitudes tienen una tendencia casi irresistible a no pagar si no hay vigilancia. ¡Ojo! Suele haber policías de paisano que si te pillan te harán pagar una multa por colarte.
Probablemente la parada de metro más curiosa es la de Thälmannplatz, cuyas paredes de mármol rojizo las extrajeron los rusos del pasillo de la cancillería del III Reich que conducía al despacho de Hitler. Por las entrañas del metro berlinés se organizan también rutas por los refugios antiaéreos de la Segunda Guerra Mundial.
Berlín es una ciudad que da mucho de sí. Podría hablar de muchos otros aspectos que me llaman la atención de esta increíble ciudad, pero eso será en otra ocasión.
Santiago Ortiz
29 de septiembre de 2013Berlín!! Me encanta este sitio!! 🙂
Nati
29 de septiembre de 2013Muy buen resumen de lo que se puede hacer en la ciudad. Cada barrio de Berlín tiene su esencia y su estilo. Los mercados y tiendas de segunda mano los recomiendo también. Berlín es realmente única.
Joaquin
29 de septiembre de 2013Totalmente de acuerdo!! Berlín ha sido una ciudad que en cuestión de pocos años ha sabido borrar o dejar de lado su pasado. No obstante, siempre algo queda de su pasado, aunque sea una minúscula parte.
Yo, aunque no sea plato de buen gusto, en mi viaje no podía perderme un poco de historia facista y comunista por las que tuvo que psar la ciudad y sus ciudadanos, así que mi mujer y yo optamos por hacer una visita guiada, la verdad que estuvo fenomenal, de hecho, en ocasiones se nos erizó el bello.
Nuestro guía confirmó es algunas ocasiones que no se puede entender Berlín sin antes conocer su pasado, no se equivocaba, debemos ser conocedores de la historia para no volver a repetirla.
Buen post!!
Saludos.