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Tips sobre la República Checa

Plaza de San Wenceslao de Praga

¿Qué sabes de la República Checa? Con mucha probabilidad sabrás que es el paraíso de los amantes de la cerveza o que su capital (Praga) es una de las ciudades más bonitas de Europa. Tal vez sepas también que es un país con una gran actividad cultural, en gran medida porque el teatro y los conciertos son bastante asequibles y promocionados pública y privadamente. Incluso compartes la idea de que las checas están en el top 5 de las más guapas de Europa. Bueno, todo es relativo en cuanto a gustos físicos. Tengas o no tengas determinados clichés sobre este país centroeuropeo, lo cierto es que merece la pena visitarlo. Antes de hacerlo, déjame introducirte algunos tips sobre la República Checa. Espero que te ayuden a compórtate como un local.   

Texto y fotos: José Carlos Pozo

Tips sobre la República Checa
Cesky Krumlov, probablemente el pueblo más hermoso de la República Checa. Foto: © José Carlos Pozo

Un país cervecero

Budweiser original checa
Budweiser original checa. Foto: © Janis Purins

La República Checa es famosa por sus marcas de cerveza y hablar mal de ellas o caer en equívocos es prácticamente una ofensa nacional. Por ejemplo, Budweiser es una marca originalmente checa, aunque luego existe la otra marca americana. Menudo cabreo se cogió un barman cuando le sugerí que la Budweiser era totalmente americana. Efectivamente, Budweiser se fundó en la ciudad checa de České Budějovice. La cerveza en todo el país es casi más barata que el agua. Así que no es de extrañar que los checos tengan la tasa más alta de consumo personal de cerveza: más de 156 litros per cápita al año. Aquí beben todos: los mayores, los turistas, los jóvenes y hasta los perros si es necesario para ostentar el récord mundial. Si bien la cerveza es de una calidad indiscutible, el vino deja mucho que desear. No se te ocurra pedir el vino de mesa en los restaurantes. Opta por lo seguro: vino español, italiano, chileno, etc.

Coca-Cola checa

En caso de que prefieras bebidas no alcohólicas, tienes la versión checa de la Coca-Cola. Es la “Kofola”, que sabe bastante mejor de lo que me esperaba, o también una limonada de frambuesa llamada “Malinovka”.

Kofola checa
La Kofola se creó en los tiempos comunistas para remplazar al producto americano. Foto: © Darcy Parks

No es Europa del Este

Definiciones como “país post-comunista” o “país de la Europa del Este” les sienta como una patada en la boca. Los checos se sienten europeos de pleno derecho y no quieren ser identificados con su pasado comunista ni con sus “primos eslavos lejanos” de Ucrania o Rusia. Ellos consideran que su país es Centroeuropa e incluyen también a sus “hermanos” eslovacos y polacos.

Museo del Comunismo de Praga
Todo lo que sea comunismo les trae malos rollos a los checos. Foto: © José Carlos Pozo

Deja un poco de propina

No es como España donde no se suele dejar propina ni en el otro extremo es Estados Unidos donde se debe dejar demasiada propina. En la República Checa el sistema de propinas es algo intermedio. Cuando el camarero te entrega la cuenta, se suele redondear con un mínimo de 6 coronas. Por ejemplo, si tienes que pagar 143 coronas, lo normal sería dejar 150 coronas. Sin embargo, si sale a pagar 148 coronas, es habitual dejar 160 coronas.

Música clásica en las calles de Praga
La calidad de los músicos callejeros en Praga es portentosa. Se merecen una buena propina. Foto: © José Carlos Pozo

Comida contundente

Quizás la gastronomía checa te resulte pesada para la digestión porque está compuesta básicamente de carne y patatas. El almuerzo es la comida principal del día y lo suelen comer con sopa seguido de un plato principal. Si quieres probar algo típicamente checo, aflójate los pantalones y pide “Vepřo-knedlo-zelo“ (asado de cerdo con albóndigas y repollo), “Gulás” o “Svíčková” (ternera marinada con verduras). Y no olvides la cerveza.

Plato checo a base de carne de cerdo
Los buenos trozos de carne de cerdo o ternera son esenciales en la gastronomía checa. Foto: © José Carlos Pozo

Permitido fumar dentro

Aunque la República Checa es un país muy occidentalizado, que asume con naturalidad las costumbres y normas del resto de la Unión Europea, lamentablemente no se ha sumado a la cruzada anti-tabaco de Gran Bretaña, Italia o España y todavía en 2015 permite fumar en bares y restaurantes. Sin duda, de lo peor del país. Hacía tiempo que no salía de un garito europeo con la ropa apestando a tabaco y tuvo que ocurrir este año en Praga.

Pub en la calle Narodni en Praga
En los pubs praguenses, como este en la calle Narodni, se fuma una exageración. Foto: © José Carlos Pozo

Ojo con el cambio de moneda

En la República Checa no es el euro la moneda corriente, sino que mantiene todavía la suya propia (corona checa, CZK). El cambio suele ser 1 EUR = aproximadamente 27 CZK. Si no quieres que te sangren, no cambies en la calle ni en las casas de cambio, porque sus carteles anuncian cambios irreales. Si lo haces, infórmate con precisión de las comisiones que te van a aplicar y así evitarás condiciones abusivas. La manera más efectiva y tal vez la más barata de obtener coronas es sacándolas del cajero automático.

Casa de cambio en Praga
Casa de cambio junto a la Plaza del Reloj de Praga. Foto: © Zehawk

Las matryoshkas no son checas

Recuerda: los checos no son rusos, aunque Praga y otras ciudades turísticas se hayan llenado de tiendas con las famosas matryoshkas rusas y los gorros de piel estos. Estos son souvenirs de Rusia que los checos detestan. Tampoco verás a un praguense de pro vestir con las camisas horteras de “Czech Drinking Team” o “Czech Me Out”.

Matryoshkas rusas
Matryoshkas compradas en Moscú, que no son para nada checas. Foto: © José Carlos Pozo

Free tours

Praga es una de las ciudades europeas donde más han proliferado los free tours, o sea, los guías que no te cobran una cantidad determinada pero a los que se supone deberás dejarle una propina al término de su ruta turística. Hay de todas las clases: tours de la cerveza, tours de la Praga comunista, tours de los pubs y discotecas, etc. A tu bolsillo le vendrá bien ahorrarse un pelín, pero a veces los tours son masivos o tienen jóvenes poco cualificados que a saber si te cuentan un rollo patatero. También está de moda recorrer Praga con guía en segway, pero esto alternativa cómoda para tus pies sí tiene un coste más alto: a partir de 35 euros según las horas.

Free Tour en Praga
Los guías gratuitos de Praga viven de las propinas. Foto: © José Carlos Pozo

Wi-Fi por todas partes

Wifi gratis en la Plaza del Reloj de Praga
El wifi de muchos restaurantes y hoteles está abierto para clientes y no clientes. Foto: © José Carlos Pozo

Para los que no puedan vivir sin estar conectados a Internet pero no quieran comprar una tarjeta durante su viaje a la República Checa, tranquilos no es como España, que son unos tacaños compartiendo Internet. Afortunadamente, la mayoría de hoteles y hostales ofrece Wi-Fi gratis, así como un creciente número de cafeterías, bares y restaurantes. En muchos sitios el Wi-Fi está abierto totalmente y no hay ni siquiera que pedir la contraseña, como en el aeropuerto o en la Plaza del Reloj de Praga. Incluso hay compañías de autobuses que lo proporcionan durante los trayectos, como Student Agency bus, con la que viajé de Praga a Cesky Krumlov durante tres horas conectado a Internet.

Si has visitado el país, ¿qué otros tips sobre la República Checa le darías a los viajeros?

2 Comentarios

  1. Avatar

    Alguien

    12 de diciembre de 2015

    Los free tours son los tours con mayor calidad, si vas a una empresa oficial y no a una ilegal;por supuesto que las matrioskas no son checas; la propina es del 10% mínimo, es prácticamente obligatoria, se deja aunque pagues con tarjeta y en muchos sitios se incluye en la cuenta. Los checos no tienen ningún problema con los rusos ni con su pasado post comunista, al menos los que he conocido yo, y hay DOS Budweiser, la americana y la checa.
    Escribís sobre un país que habéis pisado dos días y sin contrastar información y así pasa. Luego criticáis los free tours…

    • Avatar

      Jose Carlos Pozo

      12 de diciembre de 2015

      Efectivamente hay tours gratis (y con cuota determinada, también) con mayor o menor calidad. Nosotros participamos en 2 tours gratis en inglés en Praga y el primero fue excelente, mientras que el segundo era básico y nada instructivo. Como ocurre en casi todos los sectores, depende mucho del profesional con el que te topes. El primero estaba motivado, sabía de lo que hablaba, respondía siempre a cualquier tipo de pregunta con conocimiento de causa. El otro, al contrario. Lógicamente en el primer tour dejamos una muy buena propina, en el segundo casi nada.

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