Si te mencionan Asturias, probablemente lo primero que te viene a la mente es su hermosa y cuidada naturaleza (algunos la llaman “la Suiza española” por sus sempiternas montañas verdes), así como su gastronomía tradicional (sidra, potes, fabada…). Sin embargo, en el Principado de Asturias no hagas solo turismo rural y conoce también sus monumentos y conjuntos arqueológicos, artísticos o etnográficos. Hay más museos de los que puedas imaginar para una región tan pequeña. Por eso, te hemos seleccionado 5 museos recomendables de Asturias, algunos como el de la sidra o el de los dinosaurios no deberías perdértelos.
Texto: José Carlos Pozo
Museo Jurásico (Colunga)
Es uno de los museos más singulares y entretenidos, especialmente para los niños. Desde el exterior de su edificio, construido con gran originalidad en forma de enorme huella de dinosaurio, se crea un ambiente sugestivo gracias a la presencia de réplicas de esos gigantescos reptiles salpicados por los jardines.
Una vez dentro del MUJA (Museo Jurásico de Asturias) se exhiben las diferentes etapas cronológicas de la Tierra, desde la aparición y la extinción de los dinosaurios a través de las huellas y fósiles que se conservan en la costa asturiana, desde Gijón hasta Ribadesella. Es una oportunidad única de ver los restos de los reptiles voladores, dinosaurios, grandes tortugas o cocodrilos.
Museo de la Sidra (Nava)
Teniendo en cuenta que de media cada asturiano consume entre 50 y 55 litros de sidra al año es casi obligatorio que haya un museo dedicado exclusivamente a la bebida estrella de esta región. Situado en el pequeño municipio de Nava, fue inaugurado en 1996 y su misión es mostrar la rica tradición y la vinculación histórica, económica, social y lúdica del pueblo asturiano con este zumo fermentado que se extrae de la manzana.
El Museo de la Sidra se halla en un edificio moderno y espacioso que ilustra de forma bastante didáctica todas las facetas de la sidra: desde la recolección de la manzana, pasando por las labores de obtención del zumo, hasta llegar al “llagar” o bodega y el “chigre” o bar. Tampoco se olvidan de los juegos tradicionales y del folclore asturiano, como la zona para aprender a escanciar, ese arte tan asturiano de dejar caer la sidra, desde lo alto al vaso inclinado, para que la bebida adquiera sus mejores cualidades.
Centro Niemeyer (Avilés)
Sin duda alguna, es la arquitectura más vanguardista del Principado de Asturias, un edificio descomunal cuya ubicación tapa, en cierta medida, la antiestética zona industrial-ferroviaria de la ría de Avilés. El Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, única obra del arquitecto brasileño en España, se define más como centro multidisciplinar que como museo, puesto que alberga cinco espacios diferenciados: un Auditorio con aforo para 1.000 espectadors; una Plaza abierta donde se programan actividades culturales y lúdicas; una Cúpula gigantesca bajo la cual se organizan exposiciones; una Torre que actúa como mirador-restaurante a 18 metros de altura; y un Edificio Polivalente con tienda, gastrobar o videoteca.
El Centro Niemeyer es una obra faraónica infrautilizada y con una programación escasa que no ha cubierto las expectativas culturales de Avilés; por cierto, una ciudad por la que es más aconsejable pasear por sus bellas calles céntricas que entrar en las desangeladas salas de este museo.
Museo de la Madera (Caso)
Es un pequeño pero curioso museo que merece la pena, porque supone una clase magistral sobre las especies arbóreas que pueblan los bosques y montañas de Asturias. Situado en una casona del siglo XVI en la localidad de Veneros, en el Concejo de Caso, se inserta en plena Reserva Natural del Parque de Redes, por lo que se pueden contemplar una importante cantidad de ejemplares de árboles asturianos.
Otra de las curiosidades del Museo de la Madera de Asturias es la exposición sobre los típicos zuecos o madreñas, esos zapatos artesanales de madera que se utilizan todavía en muchas zonas rurales, no solo de Asturias, sino de otros regiones de España y de países como Holanda o Suecia.
Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo (Ribadesella)
La Cueva del Tito Bustillo es uno de los más importantes conjuntos rupestres del arte paleolítico de Europa. Descubierta en 1968 en la localidad costera de Ribadesella, dispone de una galería de 700 metros de longitud, a la que se abren estancias anexas. Esta enorme cueva fue habitada por los oriundos de los humanos entre el 22.000 y el 10.000 a.C. y allí grabaron y pintaron caballos, renos, ciervos, vacas o bisontes ricamente policromados.
Dada la necesidad de conservar este patrimonio de la humanidad se construyó en las inmediaciones el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, un edificio vanguardista donde se explica lo esencial de esta cueva: su descubrimiento, su valor geológico, sus primeros pobladores y las representaciones rupestres que hay en su interior.
¿Conoces otros museos recomendables de Asturias? ¿Cuál es tu preferido?