Este año me planteé como meta mejorar mi escuálido inglés. Pero quería hacerlo en un lugar donde pudiera practicarlo constantemente, un país de habla inglesa. Estudié varias opciones y elegí la isla y República de Malta, por los accesibles costos de los cursos de inglés y los paquetes de hospedaje-alimentación, además porque no me exigían visa para entrar (solo la Schengen, que ya poseo porque soy ecuatoriana). Así que era Malta, un sitio maravilloso para vacacionar y estudiar inglés, y allá que me fui.
Texto y fotos: Ingrid Estrella
Malta es un archipiélago localizado entre Italia y Libia. Está formado por tres islas: Malta (la más grande), Gozo y Comino. Mi primera impresión al mirarla desde el avión fue increíble. Un conjunto de islas en medio del Mar Mediterráneo, con muchas bahías de hermosas playas y aguas de color turquesa.
Clases de inglés y cultura
Dentro del paquete que había contratado estaba incluido el pago de la escuela, hospedaje en una casa familiar (en la localidad de Pembroke) y alimentación completa: en total pagué 1.250 euros por un mes.
La arquitectura me dejó impactada. Hay vestigios de muchas civilizaciones (bizantina, árabe, romana, británica) que han dominado este lugar en ciertas épocas de su historia. Sus calles tienen pequeñas murallas de piedras que recuerdan al Imperio Romano. También están las ruinas de los templos megalíticos y las iglesias bizantinas.
Playas espectaculares
Pero si hay algo que encante más en Malta son sus espectaculares playas. Desde Popeye’s Village, ubicada en Anchor Bay, un lugar fabuloso para disfrutar en familia y realizar prácticas de buceo. Las enormes rocas que la rodean forman un paisaje espectacular, donde disfrutan los turistas. En ese sitio se grabó la película que en el año 1979 protagonizó el fallecido Robin Williams. La escenografía completa nunca fue desmontada y ha sido celosamente cuidada, para convertirla en un parque temático abierto al público.
Ni hablar de la isla de Comino, rodeada de enormes montañas, acantilados y profundas grutas. Sus playas son espectaculares, de un color turquesa que enamora, sobre todo, la Blue Lagoon, un pequeño sitio de arena blanca, aguas azuladas y cristalinas.
Otro lugar imperdible de visitar en Malta es la Blue Grotto, una serie de cavernas marinas que ofrecen un espectáculo único: sus aguas se presentan en diversas tonalidades de azul, un fenómeno provocado por la luz solar y la sombra que se proyectan dentro de las cuevas.
Darse un baño de cultura en Malta también es importante y hay cientos de lugares donde uno puede acudir para ello. Desde iglesias centenarias y museos, hasta fiestas religiosas.
Diversión y forma de conducir
A esto hay que añadir que Malta es un sitio ideal para quienes gustan de sitios nocturnos para divertirse. Discotecas y bares no faltan sobre todo en la isla principal. Los restaurantes también son muy visitados, abundan especialmente los de comida italiana.
Lo negativo que pude observar durante el mes que estuve en Malta fue la forma de conducir de sus habitantes. Van a altas velocidades y respetan muy poco a los peatones.
Ah, olvidaba que vi dos peleas en la calle, a plena luz del día. La primera entre un hombre y su pareja (la gente tuvo que defender a la mujer); la segunda, entre un peatón y el chófer de un auto. Este último terminó con la nariz rota.