La Torre Eiffel, espectacular; el Arco del Triunfo, elegante; Montmarte, bohemio; el Museo del Louvre, grandioso; la Catedral de Notre Dame, solemne… La capital francesa atesora tantos iconos turísticos que la lista de visitas es casi interminable. Así parece que ver París en un día es misión imposible. Si desafortunadamente tu tiempo en la Ciudad de la Luz se reduce a una sola jornada, no te agobies.
Texto y fotos: Hugo Machuca
Ya sea por tu cuenta o ya sea con un circuito organizado, para tomar tu primer pulso a París lo mejor es que selecciones alguno de sus lugares emblemáticos. Tu curiosidad por el vasto legado artístico de París se acentuará y querrás quedarte algún día más para conocerla mejor. No te vale la excusa de que el alojamiento es caro. Hoy en día los apartamentos turísticos en París son una alternativa más asequible y cómoda que los hoteles parisinos, que en gran medida tienen precios escandalosamente altos para la calidad que ofrecen. Para no marearte buscando en Internet, una opción sensata es hacer una búsqueda en una plataforma que te compara en diferentes páginas web de alojamientos, como HundredRooms. Seguro que encuentras el apartamento que se adapta a tu bolsillo para usarlo como base para explorar los siguientes lugares archiconocidos u otros más que te irás topando por el camino.
Los imprescindibles en París
El Museo del Louvre
Nueve meses harían falta para ver toda su amplia colección de obras de arte. Como dispones de poco tiempo, podrías dedicar dos o tres horas a ir directamente a las salas donde se concentran los estilos o períodos (Barroco, Renacimiento…) o los artistas que quizás te interesen (Leonardo, Rubens, la Venus de Milo…). Haz el camino desde el Obelisco en la Plaza de la Concordia por los Jardines de las Tullerías hasta el Louvre. El paseo no tiene precio.
La Catedral de Notre Dame
Es una representación máxima del estilo gótico francés que tal vez es conocida más por sus famosas gárgolas que por sus esplendorosas puertas esculpidas, sus tres gigantescos rosetones o su maravilloso coro. Desde que se empezara a construir en el siglo XII fue el templo elegido por los reyes franceses para su coronación. También Napoleón se erigió emperador en Notre-Dame.
El Barrio Latino
Todavía perdura en esta zona parisina el ambiente juvenil y universitario que la ha caracterizado desde la Edad Media. Gracias a sus numerosas librerías, cines, cafeterías y bistrots, el Barrio Latino es uno de los lugares preferidos por los parisinos y por los turistas para comer y salir de marcha. La Universidad de la Sorbona, el Panteón y los Jardines de Luxemburgo son algunos de los lugares imprescindibles del Barrio Latino.
La Torre Eiffel
Cuando te encuentres las interminables colas de turistas, tal vez se te quiten las ganas de subir por los ascensores. Sin embargo, puedes hacer ejercicio y así evitar esas colas subiendo a pie por las escaleras del pilar sur hasta la primera y la segunda plataforma. Las vistas panorámicas desde esta construcción de 1889 son inigualables.
El Arco del Triunfo
Es otro de los miradores imprescindibles de París desde donde contemplar las dos doce grandes avenidas que convergen en forma de estrella en el Arco del Triunfo. Fue mandado construir por Napoleón para conmemorar sus victorias militares. Si no te apetece subir, al menos puedes ver la magnífica tumba del Soldado Desconocido que hay en la parte inferior del monumento y que se ejecutó para recordar a los caídos en todas las guerras napoleónicas.
Los Campos Elíseos
Es el punto principal de encuentro de los franceses para celebrar eventos como el final del Tour de Francia, las victorias de la selección francesa de fútbol o la Nochevieja. Esta avenida parisina, asociada al lujo por acoger a numerosas tiendas de marca, tiene 2 km de largo y se extiende desde los Campos Elíseos hasta la Plaza de la Concordia.
Montmartre
La película “Amélie” popularizó aún más este barrio de larga tradición bohemia, puesto que en sus pintorescas plazas y sus estrechas calles vivieron y trabajaron algunos de los artistas más renombrados de los últimos 150 años, como Picasso, Modigliani, Degas, Renoir, Monet, Van Gogh… No te pierdas las vistas del horizonte parisino desde la blanquísima basílica del Sacré-Coeur ni tampoco dejes de hacerte una foto delante del local más célebre de París, el Moulin Rouge.
Sin duda, ver París en un día será agotador y además un poco frustrante, porque te darás cuenta de que te quedan muchos más lugares por visitar: las Galerías Lafayette, el Museo de Orsay, el barrio del Marais, la Ópera y un largo etcétera, entre los que hay que incluir el parque de atracciones Disneland si quieres pasártelo como los más peques. Lo positivo es que desearás regresar lo antes que puedas.
«Metronome, la historia de Francia al ritmo del metro parisino»