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Vietnam, ¿el paraíso buscado por los mochileros?

Bicis y vacas en Vietnam

¿Por qué hay tanto mochilero occidental recorriendo Vietnam y el sudeste asiático? Existen múltiples respuestas. Después de casi un mes viajando de norte a sur por Vietnam, mi principal teoría es que  los actuales mochileros, conscientes o no de ello, son en su mayoría herederos de la filosofía de la Generación Beat estadounidense y de los hippies de los sesenta. En cierto modo, ¿buscan su propio paraíso terrenal en Vietnam? 

Texto y fotos: Francisco Cepas

Bahía de Halong. Vietnam paraíso para los mochileros
La Bahía de Halong fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994.

Aquel movimiento literario de la Generación Beat, protagonizado por escritores como Allen Ginsberg, Jack Kerouac o William S. Burroughs, y el antiautoritarismo surgido tras la Segunda Guerra Mundial culminó en el Movimiento Hippy y sus consignas de paz, amor, desobediencia, drogas, etc. Los jóvenes -y no tan jóvenes-, contestatarios de ambas generaciones, se rebelaron contra las normas establecidas y decidieron crear un planeta más justo y en armonía mostrando lo mejor del ser humano. Han pasado ya 60 años y el mundo actual es resultado también de aquellas utopías.

Terrazas de arroz Vietnam
Entre las imágenes pintorescas de Vietnam figuran las terrazas de arroz o bancales.

Uno de los lugares de este Planeta en el que esos “utópicos modernos” aún buscan su paraíso personal es Vietnam. La primera escala del infatigable viajero occidental suele ser Hanoi. Allí la tranquilidad -al menos, acústica- es difícil de encontrar porque lo primero que me impactó fue el incesante río de motocicletas, cabalgadas por tres o cuatro personas, que invade las calles de esta milenaria ciudad. “Puede que El Dorado no esté lejos, pero aquí seguro que no está”, me digo a mí mismo. Continuó viajando, impertérrito, con mi bagaje intacto de esperanza.

Sapa y la Bahía de Halong

Muy diferente de la experiencia de Hanoi es la visita a Sapa, una pequeña ciudad situada a 1.700 m de altitud al norte del país. Allí viven tribus aborígenes rodeadas por bancales o terrazas de arroz. Si bien los oriundos de la región coquetean con “los rostros pálidos”, es decir, con nosotros los viajeros, realizando intercambios comerciales, siguen preservando la esencia del sureste asiático.

Indígenas de Sapa
Grupo de mujeres indígenas de Sapa.

En mi segunda semana como mochilero por Vietnam recalo en Halong. A pesar de que esta bahía es el arquetipo de postal de viajes, no por ello deja de deslumbrarme con su esplendor que adormece a cualquiera mientras divisa estos sublimes paisajes oníricos desde un junco tradicional chino. Y es que ante semejante despliegue de belleza intuyo que el paraíso debe ser algo parecido a lo que ven mis ojos.

Mi periplo vietnamita de 15 días finaliza en el Parque Nacional de Phong Nha, reserva natural de la UNESCO. Situado en el centro del país, este parque fue escenario de encarnizadas batallas contra el invasor americano durante la Guerra de Vietnam y, además de las innumerables pérdidas de vidas humanas, se dañó considerablemente la flora y la fauna autóctonas. Hoy en día el gobierno vietnamita lo exhibe con orgullo patriótico. La exuberante vegetación y un coro armonioso de criaturas nocturnas arrullan al viajero anunciándole que se encuentra a las puertas del sugerente trópico.

Bicis y vacas en Vietnam
Las bicicletas siguen siendo un medio tradicional de transporte en el campo vietnamita

¿Paraíso frustrado?  

Tai-ba-nha” es como llaman los vietnamitas a los españoles. La palabra es una deformación fonética que se originó tras el envío del gobierno franquista de un grupo de médicos militares al delta del río Mekong durante la Guerra de Vietnam. Es un signo más de la tendencia al desorden de este pueblo asiático.

Algunos dicen que los vietnamitas, gracias a ser tan fabriles, van a alcanzar a las economías coreanas y japonesas. Quien suscribe esta crónica de viajes está en desacuerdo por múltiples razones, entre ellas por la distancia que separa a los antedichos y su concepto de entropía-orden y la idea vietnamita del mismo que se plasma en las reglas inexistentes de circulación de vehículos en su país. Vietnam es un paraíso, sí, pero de los conductores locos. No hay normas. Los vietnamitas siguen todavía a años luz de los chinos, los japoneses o los coreanos.

Motos en Hanoi
Marea imparable de motos en Hanoi.
Vía de tren por medio de una calle de Hanoi, Vietnam.
Hanoi, ¿el progreso pasa por medio de la ciudad?

3 Comentarios

  1. Avatar

    Fátima Reina

    23 de febrero de 2013

    Por lo que veo, Vietnam no ha acabado de cautivarte. Muchas veces llevamos demasiadas expectativas sobre algún lugar, o demasiada información incluso. Y a veces también la circunstancias externas condicionan de alguna manera nuestra experiencia en un lugar. Y a veces el concepto de paraíso difiere mucho de una persona a otra..

  2. Avatar

    Paco

    23 de febrero de 2013

    Eres certera en tu comentario al mostrar tu buen olfato literario a la vez que sagacidad psicológica. Cosas que se agradecen.Mil gracias

  3. Bahía de Halong en Vietnam - Trotamundeando

    23 de febrero de 2013

    […] Halong, uno de los merecidos patrimonios de la Unesco que nos ofreció una de las mejores vistas de Vietnam que podemos recordar. Tras un día bullicioso, rodeados de barcos que se movían a sus anchas entre […]

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