Hace pocos meses se inauguró en Málaga el nuevo rostro de un puerto que siempre ha acompañado a sus costas. La ciudad del sol y del mar ahora se ve embellecida por un precioso paseo con espacios lúdicos, jardines y rincones de puro ocio y turismo que se han ganado la atención de todos aquellos que visitan sus calles. No es extraño, pues, que muchos malagueños decidan emplear su tiempo en la contemplación del mar que les apadrina y al que sin duda extrañan cuando se marchan lejos.
Texto y fotos: Marta García Villar
No hay nada mejor que caminar junto a los barcos de este nuevo puerto y tratar de capturar instantes especiales, para lo que ni siquiera necesitaremos la más avanzada tecnología, sino una simple cámara digital de uso doméstico y varios modos de imagen. Aquí, sobre un horizonte ensombrecido, podemos ver el edificio de la Equitativa, actualmente en venta, que, aunque suele presidir altivo la famosa calle Larios en su condición de modelo arquitectónico de mediados del siglo XX, en esta ocasión se percibe distante languideciendo en su decadencia ante el agua que refleja los cálidos tonos del crepúsculo.